Hoy me siento en compañía de mi mismo, estoy solo aquí sin amparo ni apoyo sin mas compañía que el tibio aliento que sale de mi, pero no me siento solo, no tengo un extrañar en el pecho, tengo una sonrisa dibujada en mi cara y una mirada alzada que mira hacia el horizonte como si alguna vez hubiera visto mas allá de el, tengo la alegría de un niño, la esperanza de una anciana y el vigor de un joven, tengo la fe de un sacerdote, el escepticismo de un alquimista, la frialdad de un asesino y la compasión de un santo, tengo la piel muda de tanto templar, los ojos empañados ya de tanto llorar pero entre medio de todo esto, entre toda esta adversidad me siento aquí miro la nada y le sonrió, tan feliz por ella porque aunque no tengo nada, aunque nadie esta con migo, aunque nadie me ame, nadie me odie, me recuerde o extrañe, se que yo estoy con migo, soy uno en este mundo y como uno me siento completo, puro, y no me importa que el tiempo se fraccione en momentos porque el no me desarma, estoy flotando aquí en medio de mi vida y no toco ni suelo ni techo, voy de lado a lado sin mirar atrás, aquí estoy varado en un espacio vacío, no me importa porque al vacío lo hago yo, yo solo me basto, y soy suficiente para ser feliz, ojala siempre fuera ahora y nunca... jamás
Laureano Rodríguez